20 a 30 minutos aproximadamente.
La toxina botulínica es un tratamiento estético mínimamente invasivo que se aplica mediante microinyecciones para relajar los músculos responsables de las arrugas de expresión. De esta manera, se logra suavizar líneas en zonas como frente, entrecejo y patas de gallo, ofreciendo un aspecto más fresco, descansado y natural.
Es un procedimiento seguro y temporal que también puede usarse con fines médicos, como tratar el bruxismo o la sudoración excesiva (hiperhidrosis).
La sesión tiene una duración aproximada de 20 a 30 minutos.
Los resultados comienzan a notarse a partir de los 3 a 5 días posteriores al tratamiento y alcanzan su efecto máximo alrededor de las 2 semanas. La duración varía entre 4 y 6 meses, tras lo cual se pueden realizar retoques para mantener el efecto.
